Ayer finalmente logré terminar el juego Luigi's Mansion Dark Moon, bueno, por lo menos en la primera instancia, luego veré de recolectar todos los Boos y las gemas de cada nivel para hacerlo al 100%. Pero poder terminarlo me llevó mucho tiempo, en parte porque ahora no me dedico tanto como antes a los juegos, aunque siguen siendo mi pasión, la vida va ocupando mi tiempo libre en diferentes aspectos así que dedicarle esas horas y horas que antes le podíamos dedicar a los juegos ya no es tan viable.
Por eso antes de arrancar con un juego, es bueno decidirse primero con cual y elegir bien. Volviendo a nuestros orígenes donde no abundaban, en nuestras casas, la variedad de juegos. Uno con suerte podía tener una consola y después muy cada tanto se podía dar el lujo de comprarse un nuevo juego. Sin tomar en cuenta préstamos u alquileres. Los nuestros eran pocos, y así alquilemos (que era por un tiempo X) o nos presten, jamás se llegaba a tener la cantidad y variedad de juegos que logramos conseguir cuando pudimos bajarlos de Internet o comprarlos por dos mangos estando grabados.
Acumulábamos juegos y juegos que, con suerte, habíamos pasado el primer nivel y luego se quedaban ahí acumulando polvo u ocupando lugar de un disco rígido.
Hoy en día, con las consolas de Nintendo, ya no podemos piratear juegos como antes (GameCube, DS y Wii) por lo tanto estamos obligados a elegir bien cada juego ya que es muy costoso comprarlos. Y una vez elegido el juego habrá que sacarle el mayor provecho posible para justificar el gasto. de este modo, además de jugar mucho con cada juego, disfrutamos a pleno de ese juego, recorriendo hasta el ultimo detalle y quedará en nuestra memoria grabado con mucho mas cariño que los volátiles títulos que hemos estado acumulando estos años.
Desde ya que me gustaría tener mas títulos de los que tengo, pero los que tengo los quiero mucho y los disfruté a pleno.
Y agradezco ser de otra generación y haber vivido de otro modo, ya que si fuese un pibe que creció con la Play no entendería jamás el concepto de tener menos de diez juegos y poder jugar solo a esos.
Cada cosa tiene su lado positivo y hay que saber verlo, sino viviremos lamentándonos por lo que pudo ser y no fue.
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